A Charlie y a la libertad.
Estaban todos:
Alá, Brahma, Wiracocha, Shiva.
Amón-Ra, Zeus, Vishnú, Odín, Osiris.
Quetzacoatl, Yahvé, Buda y Hunab Ku cerrando el círculo.
-Es la única solución –decía Brahma- esto ha pasado los límites.
-Pero acordamos no meternos en la Evolución Natural, solo zarzas ardiendo y esas cosas. Además, ellos saben que esto no va a así –contestó Yahvé.
-Sí, por eso siguen creyendo que el mundo se creó en siete días, lo de las diferentes castas, las guerras santas… -añadió Wiracocha.
-Bueno, lo que está claro es que se nos ha ido de las manos –concluyó Alá, silencioso durante la reunión. -Nunca hemos hecho por pararlo. No han demostrado dar la talla, merecen un cambio evolutivo.
-Pero… ¿así, sin más, castigando a ateos por pecadores? –contestó Yahvé.
-Hasta que se den cuenta.
Se hizo votación: Once a favor, una abstención. Estaba hecho.
En ese instante, 259 madres daban a luz en la Tierra.
Todos los nacidos eran monos.