cielo, Iván Gallego

La otra versión del cuento

Hacía rato que el cielo ya se había iluminado, Cenicienta salió del castillo y comenzó a bajar las escaleras con los zapatos de tacón en la mano y los pies doloridos. No tenía ninguna prisa, la carroza ya se había vuelto a convertir en calabaza hacía horas, así que no le quedaba más remedio que esperar a que un taxi la recogiera. Cenicienta se sentó en los escalones y comenzó a pensar lo que el alcohol buenamente le dejaba. Sabía que quizás no llevaba el vestido más bonito y ni por asomo el más elegante del baile, pero sí el más corto y ajustado, cosa que hizo que el príncipe se fijara en ella al instante y que a sus hermanastras no les hiciera nada de gracia. Creo que esa vieja hada sabe más sobre hombres de lo que me imaginaba, pensó.

Iván Gallego

1 comentario en “La otra versión del cuento”

  1. Aunque siempre había visto/leído/escuchado la versión clásica del cuento, esta me parece mucho más interesante.
    En lo formal, he echado de menos algún signo de puntuación. En lo no formal, esperaba alguna palabra de esas que buscas en el diccionario porque te hacen gracia. Monaco por ejemplo. La habrás propuesto para el mes que viene, no? :-)
    Enhorabuena por tu primer escrito. Porque es la primera vez que escribes. ¿O no?

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